EUROLIGA: Asjha Jones, una historia basada en el trabajo diario
4/1/2012 - 10:17 PM
La historia de Asjha Jones está plagada de giros inesperados y cambios que han ido forjando a una de las mejores jugadoras americanas que ha pisado Europa. Desde la Universidad, muchas han sido las ciudades en las que ha vivido Asjha para maravillar a propios y extraños con su juego. En Estambul, el MVP a su gran torneo culmina una trayectoria en Europa que sólo puede definirse con una palabra: sobresaliente.
ALEJANDRO DIAGO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Si pudiéramos viajar en el tiempo, nadie se imaginaría que aquella niña que pisaba las canchas callejeras de Piscataway, en Nueva Jersey, con tan sólo tres años dejaría una huella en Europa y en el baloncesto que no olvidarían. Eran los inicios de los años 80, y a la sombra de aquella generación de jugadoras como Kim Mulkey, Cheryl Miller, Paula y Pamela McGee o Cathy Boswell, que marcarían un antes y un después en la historia del baloncesto femenino con su medalla de oro en Los Ángeles; una pequeña Asjha Jones comenzaba a botar un balón de baloncesto con tres años.
Pronto se descubrió su carácter dentro de una cancha de baloncesto. Intentaba convencer a más chicas para que se unieran a jugar con ella, pero sin resultado favorable. No obstante, tenía lugares donde mostrar su talento. Campus de entrenamiento de la Universidad de Rutgers (muy cercana a su casa) o ligas de verano pequeñas, en las que dejaba boquiabiertos a propios y extraños con su talento. Todos los sitios eran pocos para que Asjha desarrollara sus cualidades y progresara a pasos agigantados.
UNA PROMOCIÓN DE AUTÉNTICO LUJO
Con esta tarjeta de presentación, lo normal era que en el instituto sobresaliera de entre todas las demás jugadoras. En su high school, aún siguen vigentes las plusmarcas que dejó Jones en edad escolar: 2.226 puntos y 1.256 rebotes en toda su carrera de instituto auguraban un gran futuro en la Universidad a la jugadora de Piscataway. Aquí entró en juego Geno Auriemma. El mítico entrenador de la Universidad de Connecticut se fijó en ella y la reclutó para que jugara con las Huskies en la NCAA.
Era el año 1998, y pese a que Rutgers también tenía interés en reclutarla, Jones marchó a Connecticut, donde coincidiría con una de las generaciones de jugadoras más talentosas de su historia: Sue Bird, Swin Cash o Tamika Raymond eran algunos de los nombres que integraban el equipo de las Huskies. Y Jones fue creciendo poco a poco en esa Universidad. Y el equipo también creció con Jones. Dos campeonatos universitarios (en 2000 y 2002) durante los cuatro años que permaneció en la universidad. Todo un hito para Connecticut. La WNBA llamaría a su puerta.
UN PASO AL PROFESIONALISMO SIN CAMBIAR SUS PRINCIPIOS
Tras su periplo universitario, la WNBA fijó sus ojos en esta jugadora. Era el año 2002, y fueron las Washington Mistics quienes la seleccionaron en el Draft de ese año en el puesto nº4. De aquél draft serían sus compañeras de Connecticut, Sue Bird y Swin Cash, las número 1 y 2 respectivamente. Dos años duraría su periplo en la capital de Estados Unidos. Mike Thibault, el hombre que puso sus ojos en Michael Jordan para llevárselo a los Chicago Bulls (cuando era jugador en North Carolina), había puesto sus ojos en Asjha para las Connecticut Sun, y no se arrepentiría. Thibault alaba el trabajo de esta jugadora en las Sun y la considera vital en el día a día del equipo.
No obstante, Asjha también quería vivir la experiencia de jugar en el viejo continente, e Italia fue su primer destino. El talento de Asjha fue requerido por el Delta Basket Alessandría en 2003, donde permaneció una temporada. Posteriormente Rusia, con el Dynamo Novosibirsk y el UMMC Ekaterimburgo (con el que llegó a varias Final Four) disfrutaron con su juego y su carácter dentro de la pista. En 2010, llegó uno de los mayores éxitos de su carrera. Auriemma se fijó en ella y en su carácter para disputar el Mundial de República Checa. Y Ashja no falló. El trabajo de Ashja fue fundamental para que el 'Team USA' se llevara la medalla de oro en Karlovy Vary. El pasado verano, Jones aterrizó en Madrid, dispuesta a seguir dando espectáculo con el Rivas Ecópolis. Y lo ha conseguido. La jugadora se ha ganado el cariño de los aficionados con su trabajo y sus ganas de hacerlo mejor cada día.
UNA LÍDER DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA
"Sé que soy una líder dentro de la cancha, pero también sé que puedo mejorar las cosas fuera de la cancha". Con estas palabras declaraba el año pasado su papel dentro de las Connecticut Sun, un equipo al que ha llevado a disputar varias veces los Playoffs de la WNBA. Esta función que cumple con la franquicia americana la ha demostrado dentro del Rivas Ecópolis. Su trabajo en la pista ha sido vital para que el equipo alcanzase la final de esta Euroliga.
El MVP de la Final Eight es un premio que reconoce toda una trayectoria de esfuerzo y sacrificio. Una trayectoria que cuando comenzó en una pista callejera con tres años, nadie se esperaba que pudiera suceder...