Conquistaron el bronce ante Francia. Un equipo que les superaba en condición física pero que sufrió ante el empuje español igual que lo hicieron todas las selecciones que han competido contra el equipo que dirige Diego Ocampo en el Eurobasket de la República Checa. Y es que en el partido por el tercer y cuarto puesto España ha superado las expectativas generadas en navidades tras la disputa del torneo de Iscar. Una cita en la que los técnicos de la FEB advirtieron “que otras selecciones como Turquía estaban aún muy lejos de España. Nos superaron ampliamente y gracias a aquel test pudimos planificar nuestro trabajo para reducir esa distancia” confiesa Ángel Palmi. El Director Deportivo de la FEB considera fundamental la colaboración de “otras poblaciones que han seguido la estela de este tradicional encuentro internacional y que hacen posible que, cada temporada, nuestras selecciones dispongan de diferentes opciones de chequear su estado antes de los compromisos del verano. Otros países no tienen oportunidades como las de Barakaldo, Onil, Ferrol, Villagarcía, Guadalajara o Lanzarote donde probar su estado de maduración. Nosotros sí y eso nos da la posibilidad de ser más competitivos y evolucionar de forma espectacular como estos cadetes que han logrado la clasificación para el Mundial U17, lo que parecía una utopía hace unos meses”

TRABAJO CONJUNTO, RESULTADOS ESPECTACULARES
“Sin la colaboración de los técnicos de las Federaciones Autonómicas, de los Clubes y de la FEB no habría sido posible obrar el milagro” añade Palmi. Y es que ese milagro del que habla el Director Deportivo no se reduce a la clasificación para las semifinales en Chequia. España ha sido el único país capaz de pelear por las medallas con sus cadetes en las tres últimas temporadas. Lo que supone una regularidad inusual en “una edad en la que los cambios emocionales y físicos son constantes e impiden a los jugadores disponer de la estabilidad deportiva necesaria para evolucionar a un ritmo sostenido”

LUCHAR CONTRA LOS ELEMENTOS
Pero los quinceañeros españoles no sólo han peleado contra estas circunstancias. Hechos como no disponer de líneas de tres puntos a 6,75 en sus competiciones habituales, aprendiendo a jugar en posiciones diferentes a las que desempeñan durante la temporada o luchar contra equipos muy superiores físicamente -como los dos únicos que derrotaron a España hasta el momento y que se jugarán el oro en la final- dan un valor añadido al equipo que dirigen Diego Ocampo y su equipo de trabajo. Para Palmi “la medalla de Bronce ha supuesto el 10 para este equipo porque ninguno de sus jugadores ha evitado la responsabilidad de darlo todo ante equipos, en ocasiones superiores, que acabaron cediendo ante estos jóvenes jugadores”