MIGUEL PANADÉS Bastaron veinte minutos, quizás incluso menos, para que Clifford Luyk, el que fuera estrella indiscutible de nuestro baloncesto, diseccionara con una sencillez y claridad extraordinaria el origen, filosofía y metodología del juego de espaldas al aro. Fue una exposición tan brillante de datos, reconocimientos y matices que consiguió elevar a lo más alto el nivel de la reunión celebrada la pasada semana en la sede de la Federación Española. “Creo que antes de iniciar un debate sobre el juego de espaldas al aro deberíamos plantearnos de dónde venimos…” Voz tenue, particular acento americano, estilo irónico, simpático, con una sencillez tan solo propia de los mejores. Así inició Clifford Luyk su intervención delante de contertulios expertos en el baloncesto tanto desde la visión del jugador o jugadora como desde el prisma de los entrenadores. Ángel Palmi, fiel a su filosofía de “Crecer a través del debate” y aprovechando el extraordinario trabajo audiovisual preparado por Juan Orenga y Javier Lain, reunió alrededor de una mesa a expertos del juego de espalda a canasta, en el inicio de un trabajo de investigación sobre una faceta que por la propia evolución del juego y de sus jugadores parece estar quedando un tanto olvidada en las últimas temporadas. El Área Deportiva de la FEB, de acuerdo con los diferentes Clubes del Entrenador Autonómicos, pone en marcha un proyecto como son los Cursos de Especialización en la Formación de Jugadores, un nuevo paso adelante dentro de ese ambicioso e imprescindible Proyecto Educativo. Y ahí se reunieron maestros del presente, del pasado, gente de baloncesto inquieta y sensible por profundizar en temas que parecerían anecdóticos si no fuera porque se convierten en fundamentales para dar los saltos de calidad necesarios que nos han llevado más arriba que a otros. Sí, la importancia de los detalles, del análisis compartido, de la búsqueda de nuevas tendencias. Y en ese marco y ante ese ramillete de expertos, la figura de Clifford Luyk recuperando los nombres de los pioneros que nos enseñaron todo o casi todo lo que hoy se practica. Recuperar los valores del pasado y encajarlos en esta fabulosa modernidad se convierten cada vez más en una filosofía de vida que llega a todos los ámbitos de nuestra sociedad y, por supuesto, a nuestro baloncesto. Un mensaje que caló en todos los presentes y también en un ausente importante como José Luís Sáez, indispuesto por un inoportuno proceso gripal que le impidió ver como ese proyecto deportivo que defiende basado en los valores y el método late cada vez con más fuerza. Ahí estuvieron además de Ángel Palmi y Luyk, Orenga, Romay, Biriukov, Ferrán Martínez, Betty Cebrián, Boni Geuer, Aller, Monsalve, Mario Pesquera, Aranzana, Evaristo Pérez, Luis Guil, Gavaldá, Beirán, Miguel Martín, Jordi Román, Alberto Gómez, Joaquín Brizuela… Gente de Baloncesto. Los doce pioneros Luyk comenzó a enumeran uno por uno los que él considera los doce pioneros del juego de espaldas a canasta, desde Hank Lousetti hasta Akeem Olajuwon, considerando a The Dream como el maestro de maestros capaz de aglutinar todas las cualidades de los anteriores referentes y representarlas sobre el parquet. “Akeem fue la mejor demostración de que todo estaba inventado y que sólo hacía falta saber interpretarlo en el momento adecuado. Él, un chico que llegó de África para jugar en la NBA, fue quien mejor entendió el juego de espaldas a canasta”, afirmaba Luyk, ese especialista del gancho clásico, de ese gancho que va quedando olvidado siendo sustituido por el “gancho en suspensión”. Recordaba Clifford Luyk como a partir de comenzar a lanzar bandejas con una y otra mano de manera repetitiva y alejándose poco a poco del aro, el gancho iba surgiendo de manera natural hasta el punto de conseguir una perfecta sintonía entre la mano, muñeca, balón, tablero, aro… “Llegaba un momento en que podía meter cincuenta seguidos sin esfuerzo porque me había acostumbrado a repetir infinidad de veces esos movimientos en mi casa, antes de los entrenamientos, después…”. Cuánto contenido en frases tan sencillas. Imposible enseñar más con menos palabras, con menos esfuerzo. “Los niños aprenden a jugar menos de espaldas porque necesitan a un pasador. Para jugar de cara un niño sólo necesita un balón y un aro. Grandes pasadores de la historia aprendieron pasando el balón a la pared. Yo recuerdo haber aprendido en la mesa del comedor de mi casa convertida en improvisado tablero…” Y de forma metódica, sacando su lista escrita de puño y letra y titulada “Los doce docentes (de espaldas)” nos explicó el origen de cada uno de los gestos técnicos que hoy se echan de menos en nuestro baloncesto. Una lista entrañable, enriquecedora tanto por su contenido como por el significado del respeto a los orígenes, al pasado. Tanto que me ha hecho ilusión compartirla con los lectores de Gigantes. Gracias por esta lección Clifford. Los DOCEntes de Clifford Luyk 1938: Hank Lusetti 1947: George Mikan 1950: Paul Arizin 1956: Bill Rusell 1958: Elgin Baylor 1959: Wilt Chamberlain 1960: Oscar Robertson 1961: Billy McGill 1962: Jerry Lucas 1964: Willis Reed 1979: Magic Jonhson 1984: Akeem Olajuwon